Cuando tengan un conflicto, deben comunicarse de manera abierta y sincera. El no compartir sus sentimientos ni analizar sus diferencias sofocará todos los esfuerzos por purificar el ambiente y restaurar la intimidad, por ello comienzo por aconsejarles las 10 cosas principales que no hay que decir durante una discusión en pareja.
- Es igual que aquella vez cuando tú...
- ¿Ter acuerdas de hace tres años cuando...?
- Quizás tendriamos que divorciarnos.
- Te odio.
- Tú siempre...
- Tú nunca...
- Jamas te perdonaré.
- Eres un(a) imbécil.
- Eres igual que tu madre (o padre).
- Casarme contigo fue el error mas grande de mi vida.
Las siguientes son algunas de las cosas útiles que pueden hacer para manejar sus inevitables conflictos y aprender a pelear limpio.
Elige un momento y entorno adecuado. ¿Realmente necesitan resolver un tema antes que lleguen los invitados? Elijan un momento y lugar que minimice las distracciones, garantice la privacidad sin la presencia de los niños y nos los ponga tensos precisamente antes de un acontecimiento.
Pide permiso para abordar el conflicto. Antes de que lo mencionen, asegúrense de que el conyugue está preparado para enfrentar el tema. Por ejemplo: ¿Estas dispuesto a que hablemos de nuestras diferencias sobre como disciplinar a los niños? o Estoy en condiciones de hablar de nuestros problemas de dinero. ¿Y Tú?
Evita el trato silencioso. Quizás a veces (especialmente cuando están enojados) cierren la boca y se queden en silencio, pensando que ese silencio comunicará su punto de vista. No confundan el silencio con la comunicación. El silencio puede ser signo de que los problemas en el matrimonio son serios. Al principio el marido puede sentirse aliviado de que la esposa ha dejado de quejarse, pero el silencio de ella en realidad podría ser una señal de que esta emocionalmente retraída. tanto los maridos como las esposas pueden sentirse rechazados y confundidos por el silencio de su conyugue. Es muy importante restablecer la comunicación. Ante todo, aunque no te sientas muy cariñoso (a), muestrale a tu pareja que la amas. El objetivo es abrir la comunicación, no jugar un papel.
Establezcan un plan para manejar los conflictos. En un momento de tranquilidad, hablen sobre como manejaran los conflictos cuando estos surjan. ¿Es importante evitar reñir a los gritos con tu pareja? ¿Pueden acordar juntos hacer lo mejor posible para evitar fuertes discusiones? ¿Que les parece ponerse de acuerdo en un plazo para resolver los conflictos, por ejemplo, que resolverán cualquier problema que se presente en el término de una semana? ¿ Están dispuestos a buscar la ayuda de un consejero, pastor, o un amigo piadoso en el que confíen para resolver los conflictos mas difíciles? Hablen de esto antes de que los problemas se presenten.
Oren. La oración produce un impacto positivo en la resolución de conflictos. Al orar, dos personas con perspectivas opuestas sobre un tema darán la bienvenida al debate a una tercera persona: Dios. incorporar a Cristo al debate significa estar de acuerdo en jugar según sus reglas. la oración suaviza tu corazón para que seas sensible al dolor de tu conyugue.
Cuando lleguen al punto de no mirarse a los ojos, pongan la situación en las manos de Dios y déjenla ahí. Entonces el Señor tendrá la oportunidad de hacer un trabajo maravilloso en su matrimonio y en sus vidas.
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Dios les bendiga a todos!!!
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